domingo, 7 de junio de 2015


RITOS INICIALES
Entrada niños
 Después de entrar los protagonistas
de este día cantan
Niños
Quiero estar contigo, Jesús, eres genial;
todos muy contentos venimos a tu altar.
Quiero estar contigo Jesús, eres genial;
la misa es nuestra fiesta, venid a celebrar.
Marcel
Todos los domingos, sí, sí, sí, sí,
no faltes a su cita, no, no, no, no.
Todos los domingos, sí, sí, sí, sí
su palabra escucharás, sí, sí, sí, sí.
Todos los domingos con muchos chicos más
cantamos muy contentos,
comemos de su pan,
cantamos muy contentos,
comemos de su pan.
 
Quiero estar contigo…       
Verónica
Todos los domingos, sí, sí, sí, sí,
no faltes a la misa, no, no, no, no.
Pues ella nos congrega, sí, sí, sí, sí,
y nos llena de su amor, sí, sí, sí, sí.
Todos los domingos
venimos a rezar,
Jesús es nuestra fiesta;
Jesús es amistad.
 
Quiero estar contigo…       
 
 
 
 
Sacerdote: En el nombre del Padre y X del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
 
Sacerdote: La paz y el amor de Jesús esté con todos vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.
 
Saludo.
  Meritxell
Buenos días a todos, pero de manera especial a nuestras madres y a nuestros padres, abuelos, hermanos, sacerdote y como no, nuestras catequistas.
Porque hoy es un día que hemos esperado todos, en el que vosotros y todos los que nos queréis tenéis mucha ilusión por vernos recibir a Jesús en la Primera Comunión.
Por eso los niños y las niñas os damos la bienvenida y esperamos que os guste mucho esta misa.
Acto penitencial.
 
Sacerdote: queridos niños y niñas, vamos a pedirle perdón a Jesús, de la mejor manera que vosotros sabéis, cantando.
 
Ainoa
Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos perdonas. Señor, ten piedad.
 María
Tú que siempre nos escuchas, porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos escuchas. Cristo, ten piedad.
Meritxell  
Tú que siempre nos ayudas, porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos ayudas. Señor, ten piedad.
Sacerdote: Jesús te pedimos ayudes a estos niños a sentirte siempre como el Amigo que perdona. Amén.
 
 
 
Gloria.
 Niños
Gloria, gloria, gloria al Señor.
Gloria en el cielo, gloria en la tierra.
 Junior
Te alabamos, Señor, te bendecimos,
te adoramos, oh Padre, Dios y Rey Celestial.
 
Gloria,...
 Àngela
Eres Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú nos perdonas y salvas, nos ofreces tu amor.
 
Gloria
 Meritxell
Tú solo Santo y Señor, Tú Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios.
 
Gloria
 
Sacerdote.
 
Oremos.
 
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.

 
Todos: Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA.
Àfrica e Isabel
Lectura del libro del Exodo 24,3-8.
En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:
-Haremos todo lo que dice el Señor.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas, como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
-Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos.
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
-Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Sal 115,12-13. 15 y  16bc. 17-18
Verónica
Cumpliré al Señor mis votos
 
Mucho le cuesta al Señor
 la muerte de sus fieles.
 Señor, yo soy tu siervo,
 rompiste mis cadenas.
 
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
 invocando tu nombre, Señor.
 Cumpliré al Señor mis votos,
 en presencia de todo el pueblo.
 
Edgar
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-1.5.
Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. Su templo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa; cuánto más la sangre de Cristo que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Por eso él es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios
 
Todos: Te alabamos, Señor.
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sacerdote: el Señor esté con vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.
X Lectura del santo Evangelio según San Marcos 14,12-16. 22-26.
Todos: Gloria a ti Señor.
El primer día de los ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
-¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
El envió a dos discípulos, diciéndoles:
-Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua: seguidlo, y en la casa en que entre decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
-Tomad, esto es mi cuerpo.
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
-Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

LITURGIA DE LA PALABRA.
Àfrica e Isabel
Lectura del libro del Exodo 24,3-8.
En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:
-Haremos todo lo que dice el Señor.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas, como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
-Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos.
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
-Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Sal 115,12-13. 15 y  16bc. 17-18
Verónica
Cumpliré al Señor mis votos
 
Mucho le cuesta al Señor
 la muerte de sus fieles.
 Señor, yo soy tu siervo,
 rompiste mis cadenas.
 
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
 invocando tu nombre, Señor.
 Cumpliré al Señor mis votos,
 en presencia de todo el pueblo.
 
Edgar
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-1.5.
Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. Su templo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa; cuánto más la sangre de Cristo que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Por eso él es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios
 
Todos: Te alabamos, Señor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sacerdote: el Señor esté con vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.
X Lectura del santo Evangelio según San Marcos 14,12-16. 22-26.
Todos: Gloria a ti Señor.
El primer día de los ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
-¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
El envió a dos discípulos, diciéndoles:
-Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua: seguidlo, y en la casa en que entre decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
-Tomad, esto es mi cuerpo.
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
-Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

LITURGIA DE LA PALABRA.
Àfrica e Isabel
Lectura del libro del Exodo 24,3-8.
En aquellos días Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:
-Haremos todo lo que dice el Señor.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas, como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
-Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos.
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
-Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.
Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Sal 115,12-13. 15 y  16bc. 17-18
Verónica
Cumpliré al Señor mis votos
 
Mucho le cuesta al Señor
 la muerte de sus fieles.
 Señor, yo soy tu siervo,
 rompiste mis cadenas.
 
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
 invocando tu nombre, Señor.
 Cumpliré al Señor mis votos,
 en presencia de todo el pueblo.
 
Edgar
Lectura de la carta a los Hebreos 9, 11-1.5.
Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. Su templo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado.
No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna.
Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa; cuánto más la sangre de Cristo que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo.
Por eso él es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios
 
Todos: Te alabamos, Señor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sacerdote: el Señor esté con vosotros.
Todos: Y con tu espíritu.
X Lectura del santo Evangelio según San Marcos 14,12-16. 22-26.
Todos: Gloria a ti Señor.
El primer día de los ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
-¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
El envió a dos discípulos, diciéndoles:
-Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua: seguidlo, y en la casa en que entre decidle al dueño: «El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
-Tomad, esto es mi cuerpo.
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron.
Y les dijo:
-Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos.
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.